tecnología

Explorando algunas superficies en nuestro sistema solar

Colaboración de nuestros amigos de Pedazos de Carbono ---

Tal vez la superficie de la Tierra se te haga muy conocida. Sobre todo si has disfrutado de una hermosa puesta de sol o de un hermoso amanecer—en particular a mí me gustan más los amaneceres. Pero, ¿cómo serán los amaneceres en otros planetas? Tal vez para las nuevas generaciones esto será tan cotidiano de saber, como lo es el jugar con una computadora para un niño de un año, o como lo es para la mayoría de los humanos pensar en la Tierra como el planeta azul—con su forma esferoide.

Pero esa imagen no fue cotidiana para nadie antes del 24 de Octubre de 1946—apenas hace 68 años, lo cual es poco si piensas que el humano moderno tiene 200 mil años sobre la faz del planeta. Las primeras imágenes de la Tierra tomadas desde el espacio las hizo el cohete Nazi V-2, pero no creas que eran a color ni tampoco que el cohete haya dejado la órbita de la Tierra—lo que se dice cuando un objeto logra escapar a la gravedad del planeta—pero al menos nos dio una visión que desconocíamos hasta ese momento de nuestro hogar.

No fue hasta la misión del Apollo 8 en Diciembre de 1968 que terminamos no sólo conociendo mejor a la Luna, sino a la Tierra misma. La primera foto tomada fuera de la órbita terrestre rebeló la forma esférica y el color azul de nuestra casa. Esto es como si jamás te hubieras visto reflejado en un espejo durante casi toda tu vida, y de repente ¡puum! puedes ver cómo eres. Creo que somos afortunados de poder conocer cómo luce nuestra casa, no sólo desde la Luna, sino hasta desde otros planetas—como Marte y Saturno (y Saturno de nuevo), gracias a las diferentes misiones que siguen explorando nuestro sistema solar.

Apollo

A poco más de 40 años de la misión Apollo 8, hemos podido explorar más a nuestro sistema solar.  Ahora podemos indagar en otros planetas para poder responder un poco a la pregunta de cómo serán los amaneceres vistos desde las superficies de otros planetas. Con los avances en la ciencia y tecnología cada vez somos más capaces de explorar nuestro sistema solar y sus fronteras, lo cual nos deja disfrutar de imágenes que jamás en nuestra vida habríamos imaginado conocer. La siguiente imagen, por ejemplo, fue creada por los usuarios del sitio reddit y nos muestra las superficies de Venus, la Tierra, la Luna, Marte y Titán.

ExplorandoSuperficiesTerrestres

La imagen de Venus fue tomada por una de las misiones del programa espacial Venera, enviadas por los rusos en los 70s. Ellos prefirieron dejar de competir con los estadounidenses por la conquista de Marte, después de algunas misiones fallidas, por lo cual su vista se giró hacia Venus. En particular esta foto fue tomada hace 30 años, y con las nuevas técnicas computacionales se pudo hacer que nos revelara una nueva vista de Venus. Dicha imagen está compuesta por proyecciones esféricas que sólo se pudieron obtener en blanco y negro. El color que se le puso imita al color de la foto original como se ve en la siguiente imagen. Yo no me imaginaba tantas piedras en el planeta gaseoso.

Venus

Para más detalles de las fotos y ver otras más puedes ir al sitio de Don P. Mitchell

En el caso de la superficie de Titán, una de las lunas de Saturno, las fotos las tomó la sonda Huygens en la misión Cassini-Huygens. En el descenso de la sonda, ésta fue tomando fotos de las diferentes regiones en su visión, las cuales luego se juntaron para reconstruir el panorama completo de la superficie de Titán en el descenso de Huygens. Aquí les dejamos un video, donde al final puedes ver la imagen que aparece también en el mosaico de las superficies de nuestro sistema solar.
Todo esto me hace recordar que falta aún mucho que explorar, tanto en nuestro planeta como en nuestro universo cercano, lo cual deja espacio para seguir recolectando conocimiento y poner a prueba el que ya poseemos.

Starignus

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Escrito por Ariadna Blanca Romero y publicado originalmente en Pedazos de Carbono

¿Por qué limitarte a hacer levitar una gota de agua con ondas acústicas?

Sobre todo, cuando puedes moverla de un lado a otro y mezclarla con otro líquido o sólido, con la tecnología creada por Daniel Foresti y sus colegas en el Instituto de Tecnología de Zurich. Dos gotas de agua se unen en el aire. Tomada del sitio de New Scientist, donde también se reporta la noticia.

La levitación por ondas acústicas es un fenómeno bien conocido, pero hasta ahora no se había desarrollado la tecnología para mover y manipular un cuerpo más allá de hacer que levitara inmóvil en el aire. Con la tecnología de Foresti y su equipo, se ha logrado transportar gotas de líquidos de diferentes características, mezclarlas y hacerlas reaccionar sin que toquen ninguna superficie. Incluso han logrado hacer levitar un palillo para dientes y hacer que gire sobre su propio eje.

El secreto está en colocar una serie de módulos de emisión y reflexión de ondas acústicas en una fila. Haciendo variar las ondas entre cada módulo, se logra transportar un cuerpo (líquido o sólido) entre los módulos.

Esta tecnología permitiría que se manipularan muestras químicas o biológicas de importancia sin riesgo de contaminación por contacto, o simular ciertas condiciones de gravedad cero, entre otras cosas. "Tiene un amplio espectro de posibles aplicaciones," dice Foresti. La tecnología es prometedora; su principal limitante es que hay que calcular con exactitud la onda acústica requerida para el cuerpo en cuestión, pues, al menos con líquidos, se corre el riesgo de que la fuerza acústica sobrepase la tensión superficial de la gota y la muestra se atomice en el aire. Sin embargo, a diferencia de la levitación por campos electromagnéticos, no se requiere que el objeto tenga propiedades electromagnéticas particulares.

"En principio, puedes hacer flotar cualquier cosa con la levitación acústica", dice Dimos Poulikakos, uno de los desarrolladores de la tecnología. Incluso una persona. "Ahora, si una persona puede sobrevivir a las fuerzas acústicas, no estoy cien por ciento seguro," comenta Poulikakos.

A manera de inspiración para aplicaciones futuras, te dejamos un video de la tecnología de Foresti, Poulikakos y sus colegas en plena acción:

http://www.ltnt.ethz.ch/research/transport/projects/foresti/Photochemicalswitch.mov

 

Fuente en ETH Zurich | Artículo original en PNAS 

 

Las propuestas de los candidatos en las áreas de Ciencia y Tecnología

La agenda ciudadana de noticias (www.join.com.mx) ha compilado la siguiente infografía en la que se describen las propuestas de los candidatos a la presidencia de nuestro país en las áreas de ciencia y tecnología. Tómate unos minutos para comparar lo cada uno de ellos propone en estos campos. Estaremos añadiendo más información relacionada para ayudarte a realizar un voto informado. También te exhortamos a consultar otras fuentes fidedignas que te ayuden a tomar tu decisión.

 

Propuestas Candidatos a la Presidencia - Ciencia y Tecnología

 

Fuentes:

Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnologia (CONaCyT)

Foro Económico Mundial

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)

Secretaría de Economía

Páginas oficiales de los candidatos: http://www.amlo.org.mx/ http://www.enriquepenanieto.com/http://www.nuevaalianza.mx/ http://www.josefina.mx/

La ciencia en el nuevo paradigma económico: entre la oportunidad y el riesgo

Las últimas décadas del siglo XX y las primeras del XXI representan un periodo de profundas transformaciones a nivel global. La creciente interconexión de las economías y los procesos culturales, a través de las tecnologías de la comunicación y la información, está modificando activa y permanentemente la estructura de los procesos e intercambios sociales. De la existencia de sistemas socioeconómicos nacionales, culturalmente diferenciados y que responden a dinámicas propias, con un grado limitado de interacción internacional, hemos pasado al afianzamiento de un sistema global, que comienza a generar un sistema socioeconómico que opera en la misma escala, con una creciente homogeneización cultural. Este cambio trae consigo una reformulación de las relaciones entre la ciencia, la tecnología, la economía y la sociedad. A lo largo de este breve ensayo buscaré describir la forma en la cual éstas se reconfiguran a partir de la transición que aquí he mencionado.

En primer lugar, es de utilidad describir brevemente y de forma general cómo es que la transformación global que he mencionado está ocurriendo. En ello, desempeña un papel central el desarrollo tecnológico. Sin entrar en particularidades, baste decir que las tecnologías de la información y la comunicación son el eje en torno del cual las transformaciones se agrupan. Por ejemplo: la economía global hoy funciona en tiempo real, con mercados financieros, cadenas productivas y dinámicas de consumo que se retroalimentan y operan de forma coordinada. Casos similares pueden observarse en la política o la cultura, pero por ahora, enfocarnos en el sistema económico será útil para comprender la importancia del desarrollo de la ciencia y la tecnología actualmente.

La transformación del sistema productivo es un cambio decisivo en la estructura de cualquier sociedad. En este caso, detrás de la utilización de la economía, aparece otro elemento que para efectos de este ensayo (e igualmente para la estructura de la sociedad) es de vital importancia: la aparición del conocimiento como un medio de producción económica.

El conocimiento como un medio de producción económica

Con ello, quiero decir que la producción de conocimiento, de forma organizada (laboratorios, institutos, universidades y empresas) es una forma en la cual la economía genera beneficios y crecimiento. No sólo ello: el conocimiento es la forma hegemónica de producción económica. Esto no quiere decir que el sector industrial desaparezca, ni tampoco que reduzca su tamaño, sino que el conocimiento genera mayor valor agregado que los bienes industriales.

Las economías más dinámicas y competitivas del mundo fundamentan gran parte de su crecimiento en la producción de conocimiento. Esto coloca al sistema de la investigación científica en un rol privilegiado, que trae consigo la profundización de viejas dinámicas y la aparición de nuevas en cuanto a su funcionamiento estructural. A la vez, conlleva una serie de riesgos, que bien pueden ser espacios de oportunidad de dimensiones desconocidas, o procesos que amenazan la estabilidad del sistema global. En el centro de esta paradoja, el sistema de la investigación científica ve sus relaciones con la economía y la sociedad reformuladas, a la vez que la dinámica interna de su funcionamiento es transformada. Sobre la parte económica, he mencionado brevemente su importancia (como ha abordado mi colega Fabián Flores-Jasso). Antes de pasar a la relación con la estructura social en su totalidad, me gustaría abordar de forma igualmente sucinta un par de reflexiones en torno de la estructura del sistema científico en sí.

En primer lugar, ya hemos mencionado que el conocimiento es un medio de producción. Esto no parecería novedoso a primera vista. Es decir, sobra comentar que en todo desarrollo histórico en el campo de la producción, ha debido generarse un conocimiento en torno del mismo. Dicho conocimiento puede ser uno de carácter teórico, o bien práctico. Por decirlo en términos simples y breves: puede ser ciencia o tecnología lo que está detrás de los adelantos en la producción. La diferencia radical hoy consiste, como menciona el sociólogo español Manuel Castells(1), en que el conocimiento producido se utiliza en la generación de nuevo conocimiento. Esto, aunado a las capacidades tecnológicas de acumulación y procesamiento de datos, crea la posibilidad de que este desarrollo se de manera mucho más veloz, sumándose de manera casi inmediata el conocimiento recién adquirido con uno que se está desarrollando, catalizado por la promesa de beneficios económicos y mayores presupuestos para la investigación.

Clonación de embrión animal

En segundo lugar, la existencia de las ya mencionadas tecnologías de la información y la comunicación, permite, por un lado, una constante y profunda retroalimentación entre comunidades e individuos que forman parte del sistema de la investigación científica. Por otra parte, la convergencia de estas tecnologías con la genética o la biología revoluciona la forma de realizar investigación y los alcances de la misma. Resta ver hasta dónde esta convergencia científico-tecnológica podrá ocurrir y qué clase de desarrollos surgirán de ella. Además de ello, son espacios como este en el que hoy escribo, privilegiados para mostrar de forma tangible la afirmación antes expresada.

Cabe en este momento, a forma de conclusión de este pequeño ensayo, mencionar una de las formas en las cuales la ciencia se relaciona de forma más directa con la sociedad: el riesgo. Riesgo es, de acuerdo al sociólogo alemán Ulrich Beck (2), una situación de auto-amenaza civilizatoria, generada por el desarrollo pleno de los medios de producción propios de la modernidad. El ejemplo más concreto de ello es el cambio climático. Ahí, la producción industrial trajo consigo niveles elevados de contaminación, accidentes fatales como los ocurridos en Bhopal, India y Fukushima, Japón, o la destrucción absoluta de ecosistemas milenarios, como está sucediendo hoy en el Amazonas. Esto, además, trajo consigo un problema fundamental para la ciencia. Confrontada por la aplicación industrial de sus descubrimientos, se ha visto crecientemente interesada –y hasta cierto punto forzada- a abordarse como un problema de estudio. Es decir, la ciencia busca responder a la pregunta: ¿cómo podemos contrarrestar o detener los problemas generados por el desarrollo de nuestros postulados?; la respuesta no ha llegado. Un halo de incertidumbre se apodera de la ciencia cuando su labor es predecir, controlar y limitar riesgos intrínsecos al desarrollo económico que sobre de ella se monta.

Imagen haciendo alusión a la modificación genética de alimentos

Los nuevos desarrollos científicos, en los campos que actúan sobre la información del código de la vida, como la genética, no están exentos de esta polémica, que introduce al sistema de la investigación científica ya no únicamente al campo de la economía, sino de la discusión política, ética y social. Si bien en campos como, por ejemplo, la modificación genética de alimentos, no existen pruebas concluyentes sobre su carácter perjudicial para el consumo humano, ello no implica que la ciencia pueda dar una respuesta plenamente satisfactoria en el sentido contrario. Ello, además, no implica únicamente que la respuesta deba darse en un sistema científico cerrado, sino que debe contar con una validación política y social para ser tomada como cierta.

La ciencia se coloca así en un lugar de oportunidades sin par, al ser la punta de lanza del desarrollo de las sociedades humanas, que ingresan a una era global. Sin embargo, las cosas distan de ser simples. Los riesgos inherentes al desarrollo económico, que se encuentra ligado por completo al sistema de la investigación científica, constituyen un reto mayúsculo para éste. Como una idea que necesita mayor desarrollo, es necesario considerar la importancia de la transdisciplinariedad y del enriquecimiento que las ciencias sociales y exactas pueden obtener del intercambio frontal de ideas como vías para responder las preguntas más relevantes que vinculan a la sociedad con la ciencia hoy(3).

Acerca del autor:

Julio Alejandro De Coss Corzo, es licenciado en Relaciones Internacionales por la FCPyS, UNAM. Diploma en Filosofía y Comunicación por la FES-Acatlán, UNAM. Funcionario federal en la Secretaría de Energía.

1) Castells, Manuel; La era de la información: economía, sociedad y cultura. Ed. Siglo XXI, México, 1999, cap. 1. 2) Beck, Ulrich; La sociedad del riego global. Ed. Siglo XXI, México, 2006, p. 1-73. 3) Para mayores referencias sobre los temas abordados aquí, recomiendo los dos libros que cito, el de Castells y el de Beck. Con relación a la gran transformación acontecida de la mano de las tecnologías de la información y la comunicación, sugiero leer “Historia de la sociedad de la información”, de Armand Mattelart, publicado por la editorial Paidós en 2002.

Por qué hacemos divulgación de la ciencia

Hoy quiero hablar un poco acerca de la motivación que nos impulsa a crear y mantener este espacio. Quiero explicar por qué, como científicos en formación, escribimos sobre ciencia. Te invito a imaginarte brevemente del otro lado de la cerca, a visitar el mundo científico. De este lado, en donde pasamos mucho de nuestro tiempo los científicos, se nos enseña cómo generar conocimiento fidedigno y reproducible. La mayoría de nosotros, no solo como científicos, sino como seres humanos, tenemos un interés natural, casi innato, en entender y descubrir cómo funcionan las cosas, además de un instinto creativo que nos insta a romper fronteras intelectuales y/o físicas. Observamos nuestro entorno, pensamos en una explicación para un fenómeno natural o una solución a un problema, e ideamos una manera de probar nuestra idea. Procedemos a probar nuestra idea o a corroborar nuestra observación, y nos aseguramos de anotar los detalles para que otro pueda repetir nuestros experimentos y confirmar por sí mismo nuestro descubrimiento. Una vez que estamos satisfechos con la rigurosidad de estos experimentos decidimos publicar nuestros hallazgos. Escribimos un artículo científico describiendo detalladamente lo que encontramos, cómo lo encontramos y porqué es importante. Lo enviamos a otros científicos para que revisen nuestra estrategia, la critiquen y la mejoren. Una vez que nos dan su aprobación, el artículo es publicado en una revista científica. Sin embargo, este artículo generalmente esta plagado de lenguaje científico que lo hace difícil de comprender para la sociedad en general.

Afortunadamente, tenemos profesionales comprometidos, generalmente periodistas, que permiten sacar a luz estos descubrimientos. Sin embargo, pocas veces existe un diálogo directo con aquel que se dedica a crear conocimiento, con el testigo, con el científico. Personalmente, considero esto una enorme pérdida. ¿Por qué? Porque creo firmemente que la mayoría de la gente debe tener acceso a esta información, en primer lugar porque es fascinante, una pasión intelectual contagiosa; y en segundo lugar porque, en muchos casos, muchos más de lo que crees, afecta tu vida de manera directa. Los resultados del uso de la ciencia para nuestro beneficio son tangibles e inundan todos los aspectos de nuestra vida. Tal vez no lo notas, pero si estas leyendo estas líneas es porque tienes acceso a una computadora, que funciona no con magia, sino aprovechando leyes naturales que descubrimos a través de la ciencia. Lo mismo pasa con tu teléfono celular, tu tele, el internet, tu coche, tu estufa y también es lo que hace que tu casa no se te caiga encima. El descubrimiento del método científico es lo que nos ha permitido crecer y mejorar el nivel de vida de la sociedad en general, que bien si aún no es accesible aún a toda la población del planeta, sigue aumentando lentamente.

Muchos descubrimientos científicos pueden parecer ajenos o irrelevantes, sin embargo, hay áreas de la ciencia actual que pronto te afectarán directamente. Por ejemplo, ¿has visto la película Gattaca? En ella se describe una era en la que todo mundo tiene acceso a la información genética de los demás, tan solo con obtener un cabello o algunas células de la piel de esa persona (cada día pierdes entre 10 y 100 cabellos (1), y aproximadamente 1,490 células por cada milímetro cuadrado de piel (2)). En esta sociedad futurista, se selecciona la ocupación y futuro de sus ciudadanos en base a esta información genética. Es una película de ciencia ficción, sin embargo, como ya te hemos mostrado en otros posts, los avances en las tecnologías para secuenciar (leer) nuestra información genética están creciendo a pasos agigantados. El futuro nos está alcanzando. ¿Y a mí en qué me afecta que cualquiera pueda adquirir mi información genética?, te preguntarás. Pues supongamos que una compañía de seguros la consigue y se rehúsa a asegurarte porque tienes una alta posibilidad de padecer cierta enfermedad (cáncer, Alzheimer, diabetes), ya que es probable que estés enfermo por varios años, representando una pérdida para la compañía. O no te contrata por una razón similar. Por otro lado, puede ser que en un futuro tu médico utilice esta información genética para decidir que terapia personalizada utilizar para atacar el cáncer que te aqueja, incrementando así tus posibilidades de sobrevivir a esta terrible enfermedad. Esto aún no es una realidad, pero saber de estos avances nos permite comenzar a pensar estrategias para aplicar estos conocimientos y tener en mente sus consecuencias en ámbitos políticos, económicos, sociales, legales, etc.

Por eso, como científica en formación, siento la responsabilidad civil de informarte acerca de lo que esta pasando de este lado de la cerca. Para que pienses en ello y te asombres, sueñes y, de ser necesario, pienses en el impacto que tendrá en tu vida y en nuestra sociedad. Si eres político, en cómo legislarlo de forma responsable, ética y moral. Si eres médico, en cómo se podrá implementar en tu práctica para mejorar e incrementar el éxito de tus tratamientos. Si eres maestro, en cómo enseñarlo a tus alumnos. Si eres empresario, en cómo producirlo para hacer llegar sus beneficios a la población. Si eres padre o madre de familia, en cómo explicárselo a tus hijos. Puede representar enormes avances pero, como toda herramienta, también puede representar riesgos si es usada de forma irresponsable, riesgos que podemos evitar al conocer las implicaciones de estos descubrimientos. Debemos comprenderlos y aplicarlos de manera informada. Y es difícil hacer esto si esta información no es accesible y esta plagada de lenguaje científico ininteligible. Es tu derecho como ciudadano y nuestra obligación civil como científicos, contribuir y fomentar espacios como este. Y si no logramos nuestro objetivo con un post, estamos aquí para ayudarte a entender que es lo que nosotros y otros científicos, estamos haciendo.

Y por eso, mi estimado lector, es que existe la sección de divulgación de este blog.

Acerca del autor: Selene Fernández Valverde es egresada de la UNAM y actualmente realiza un doctorado en bioinformática en el Instituto para las Biociencias Moleculares de la Universidad de Queensland, Australia.

(1) Wasko et al. Standardizing the 60-Second Hair Count. Archives of Dermatology (2008) vol. 144 (6) pp. 759 (2) Weinstein et al. Cell Proliferation in Normal Epidermis. Journal of Investigative Dermatology (1984) vol. 82 (6) pp. 623