Inspiración y bipolaridad, una pareja explosiva.

mosVincent Van Gogh decía que, para él, el trabajo era absolutamente necesario. No lo podía detener y no le importaba nada más. Probablemente hubiera estado de acuerdo con Pablo Picasso en el sentido de que es deseable que la inspiración nos encuentre trabajando. La inspiración es frecuentemente asociada con el arte.También es cierto que muchos artistas han descrito experiencias personales de manía y depresión, lo que ha generado una asociación entre la creatividad y el desorden de bipolaridad. De acuerdo con una nueva investigación, las personas que presentan un alto riesgo de desarrollar bipolaridad tienen fuertes experiencias de inspiración.

Los autores de dicho trabajo sostienen que las personas con trastorno bipolar le dan un alto valor a la creatividad para describir su condición. De hecho, se ha visto que aquellos tratamientos que puedan comprometer su creatividad son rechazados por los pacientes.

Para el estudio,  investigadores de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, y la de Lancaster, en Reino Unido, le pidieron a 835 estudiantes de licenciatura de respectivas instituciones que llenaran un cuestionario en línea. Así, se pudo conocer su riesgo de bipolaridad utilizando una medida que captura cambios episódicos emocionales, de comportamiento y energía. Además, completaron otro cuestionario generado por los investigadores para explorar sus creencias sobre la inspiración, particularmente sus fuentes, ya fuera individuales o provenientes del ambiente. Los resultados mostraron que aquellos estudiantes que obtuvieron un alto riesgo de presentar el trastorno bipolar también presentaron un nivel alto de inspiración, cuya fuente provenía de ellos mismos.

Los investigadores mencionan que, a pesar de que este patrón es consistente y que la inspiración y el riesgo de bipolaridad están relacionados, es necesario explorar otras variables para obtener una imagen amplia que lleve a más investigaciones con pacientes.

Bibliografía:

Artículo Original en PLOS | Nota fuente en Science Daily | Imagen | Nota original en el Blog de Historias Cienciacionales