El cáncer: ¿Qué es y qué lo causa?

Pie de foto de imagen “Un grupo de células cancerosas de páncreas". Crédito: Anne Weston, LRI, CRUK, Wellcome Images”

¿Alguna vez has escuchado que la carne roja causa cáncer? ¿O el celular, la ingesta de alcohol o el hábito de fumar? Han sido muchos los objetos y acciones de la vida diaria que se han mencionado como causas del cáncer, preocupando a muchas personas y haciendo que cambien su estilo de vida. Pero, ¿Qué tanto hay de cierto en estas aseveraciones? Para poder evaluarlas, primero veamos qué es y en qué consiste el cáncer.

¿Qué es el cáncer?

Esencialmente, el cáncer es un conjunto de enfermedades distintas, con causas diversas. Sin embargo, algo común a estas enfermedades es que las células crecen y se reproducen incontrolablemente, por lo que pueden llegar a formar tumores e invadir otros tejidos en el cuerpo. En esta condición, el balance entre la proliferación y la muerte celular que poseen los tejidos de nuestro cuerpo ha sido alterado, ocasionando que las células sigan dividiéndose  y evadan la regulación de su muerte programada, un proceso conocido como apoptosis. Estas células pueden formar desde tumores benignos, que son acumulaciones de células que no presentan un riesgo para la vida de quien lo presenta, hasta tumores malignos y metastáticos, que dejan el sitio de origen y forman colonias en lugares diferentes (adyacentes o lejanos). Es esta clase de tumores la que representa un pronóstico pobre para la vida del paciente.

Aquí hay un video breve que explica clara y visualmente las ideas del párrafo anterior (Crédito: BioDigital Systems, 2008):

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3D Medical Animation - What is Cancer?

Se requieren varias mutaciones en una célula normal para el desarrollo del cáncer. Crédito: Jpbrody en en.wikipedia, Wikimedia Commons

Causas moleculares del cancer

Para que una célula comience a dividirse sin control, un estímulo es necesario. Éste puede ser genético, cuando existe en nuestro genoma algún gen “defectuoso” cuya nueva forma promueve el crecimiento celular; o ambiental,cuando es por alguna causa externa como un virus o una sustancia carcinogénica. Estos estímulos ambientales pueden ser mutagénicos, cuando ocasionan que haya errores en la replicación del genoma, o no-mutagénicos, cuando actúan por otros medios como la aceleración de la tasa de mitosis o la inhibición de la apoptosis, sin alterar la secuencia del genoma.

En este artículo nos enfocaremos en los estímulos ambientales y la forma en la que podrían causar cáncer. Existen dos grandes categorías de genes que promueven el desarrollo del cáncer cuando están mutados, distinguibles dependiendo de su función. Los proto-oncogenes son aquéllos cuya sobre-expresión o hiperactividad contribuye a que las células escapen la muerte programada, ayudándolas a sobrevivir y dividirse. Algunos ejemplos de éstos son factores de crecimiento o proteínas en la cascada de transducción de factores mitogénicos. Cuando están en una forma en la que contribuyen al cáncer, estos genes se llaman simplemente oncogenes. Por su parte, los genes supresores de tumores en general regulan el ciclo celular, y cuando éstos son inactivados se pierden puntos de control esenciales para el adecuado crecimiento y división de la célula. Esta clase de genes incluye proteínas de reparación de daño a ADN y promotores de apoptosis, entre otras importantes funciones.

¿Cómo pueden estos genes dejar de funcionar adecuadamente? Los carcinógenos mutagénicos pueden alterar la secuencia genómica de estos genes e introducir cambios dañinos. Ocasionalmente, algunos errores ocurren cuando el ADN es copiado previo a la división celular (estos errores son también la base de la evolución y de la diversidad de genes presentes en nuestro genoma). Éstos son raros normalmente, pero si las células están expuestas a sustancias mutagénicas, la tasa de mutación se puede acelerar drásticamente y la probabilidad de “alcanzar” a proto-oncogenes y genes supresores de tumores se incrementa. Los carcinógenos no-mutagénicos pueden impedir la función normal de las proteínas que codifican estos genes, como por ejemplo al oxidar el sitio activo de las caspasas, proteínas que promueven la muerte celular o incrementar la tasa de proliferación celular(1).

Ahora que ya sabemos qué es el cáncer y cómo puede originarse, echemos un vistazo a algunos rumores que han circulado recientemente.

La carne roja, ¿Causa cáncer?

Han sido muchos los estudios (Ejemplos: Refs. 2,3,4) que han sugerido que el consumo regular de carne roja incrementa el riesgo de cáncer de intestino. Esto se ha atribuido a diversas causas, una de ellas es la nitrosación que ocurre en este órgano en respuesta a la mioglobina y la hemoglobina presentes en la carne de puerco y res, entre otras. Este proceso produce compuestos llamados nitrosaminas, los cuales han demostrado ser mutagénicos en una gran variedad de modelos animales. Por eso recientemente se han tomado medidas para disminuir los compuestos que los originan, como la adición de ácido ascórbico a la carne como preservativo. Otra hipótesis que se ha mencionado es la inhabilidad de los humanos para producir una molécula llamada Neu5Gc, que está presente en la carne roja y es reconocida por nuestro sistema inmune como foránea y potencialmente peligrosa. Mantener constantemente este ambiente inflamatorio podría a la larga ocasionar una serie de cambios en las células y dar origen a diversos cánceres. Una tercera propuesta es que freír o cocer la carne de más podría producir sustancias como aminas heterocíclicas e hidrocarbonos aromáticos policíclicos, lo que podría aumentar el riesgo de cáncer colorrectal(ref.2). Estas dos últimas hipótesis se han mencionado como posibles razones de que los humanos seamos más propensos a desarrollar estos cánceres, ya que nuestros parientes más cercanos, como los chimpancés, sí pueden producir Neu5Gc y claramente no cocinan la carne que consumen.

Así que, cualquiera que sea el causante, el American Institute for Cancer Research ha advertido que hay evidencia convincente de que la carne roja incrementa la probabilidad de desarrollar cáncer colorrectal, y hay también otros estudios que sugieren que la ingesta regular de carne roja puede ser causal de otros tipos de cáncer.

¿Y utilizar mi celular?

Básicamente, no existen estudios convincentes todavía para asegurar que utilizar un teléfono celular puede causar cáncer. La preocupación se basa en la energía de radiofrecuencia emitida por éstos, la cual puede ser absorbida por nuestros tejidos. No se ha podido demostrar que esta forma de radiación sea dañina para el ADN, aunque varios estudios se han realizado investigando esta cuestión (Para algunos ejemplos ver referencias 5,6,7). Dado que el número de suscriptores a servicios de telefonía celular se ha incrementado considerablemente en los últimos años, no cabe duda que descubriremos los efectos cancerígenos (si es que existen) de estos aparatos revisando las tasas de incidencia de cánceres cerebrales en los próximos años.

Fumar sí causa cancer

Esto es más un hecho que un rumor. Fumar causa cáncer de pulmón (entre otros), y de acuerdo a Cancer Research UK, es el cáncer más evitable del mundo. El humo del cigarro contiene más de 80 sustancias carcinogénicas, incluyendo arsénico, las anteriormente mencionadas nitrosaminas y otros químicos mutagénicos. Y por último… ¿Qué se sabe acerca del alcohol como causa de cáncer? El alcohol ha sido clasificado por la Organización Mundial de la Salud como un carcinógeno de clase I, lo cual significa que hay evidencia suficiente para sostener que éste causa cáncer en humanos. Un estudio reciente encontró que, al menos en Europa, el 10% y 3% de los cánceres en hombres y mujeres, respectivamente, podría ser atribuidos a una ingesta de alcohol mayor que la recomendada. Hay diversas teorías acerca de las razones: la producción de acetaldehído (un mutágeno débil), la inducción de CYP2E1, una enzima que podría promover la síntesis de sustancias carcinogénicas, y la inactivación del gen supresor de tumores BRCA1, entre otros(8).

Espero que hayas disfrutado esta entrada y que haya contribuido a esclarecer algunos rumores sobre objetos y hábitos de la vida diaria y su relación con el cáncer. Si deseas saber más, algunos sitios que recomiendo son la página de la fundación Cancer Research UK, la del National Cancer Institute de Estados Unidos y la de la U.S. National Library of Medicine.

Acerca del autor

Daniela Robles Espinoza es egresada de la UNAM y actualmente estudia el doctorado en biología molecular en el Instituto Sanger en la Universidad de Cambridge, Reino Unido.

Referencias

  1. Bate, R. What risk? Science, politics and public health. Oxford: Butterworth-Heinemann, 1999. Impreso.
  2. Sinha R et al (1999). Well-done, grilled red meat increases the risk of colorectal adenomas. Cancer Res 59 (17): 4320-4.
  3. Willet WC, Stampfer MJ, Colditz GA, Rosner BA, Speizer FE (1990). Relation of meat, fat and fiber intake to the risk of colon cancer in a prospective study among women. N Engl J Med 323 (24): 1664-1672.
  4. Sesink ALA, Termont D, Kleibeuker J, Van Der Meer R (2001). Red meat and colon cancer: dietary haem-induced colonic cytotoxicity and epithelial hyperproliferation are inhibited by calcium. Carcinogenesis 22 (10): 1653–1659.
  5. The INTERPHONE Study Group (2010). Brain tumour risk in relation to mobile telephone use: results of the INTERPHONE international case-control study. International Journal of Epidemiology 39 (3):675–694.
  6. Frei P, Poulsen AH, Johansen C, et al (2011). Use of mobile phones and risk of brain tumours: update of Danish cohort study. British Medical Journal 2011;343:d6387.
  7. Muscat JE, Malkin MG, Thompson S, et al (2000). Handheld cellular telephone use and risk of brain cancer. JAMA 284 (23):3001–3007.
  8. Purohit V, Khalsa J, Serrano J (2005). Mechanisms of alcohol-associated cancers: introduction and summary of the symposium. Alcohol 35 (3): 155–60.