¿Reproducirse dentro de un hospedero o fuera de él?

Imagen: Science magazine. Marlene Thielecke, de la Universidad de Medicina en Berlín, estaba estudiando maneras de prevenir la infección por tungiasis en Madagascar cuando se dio cuenta que ella tenía una pulga, la causante del padecimiento, en su pie. Como su trabajo era evaluar y recabar información sobre el desarrollo de la pulga conocida como niguas o pique, pensó que dejarla crecer dentro de su piel sería una buena idea.

Al principio, la infección –que comienza con un punto rojo– no molestó a Thielecke. Lo que sí notó fue que su pulga no tenía huevos y que vivía mucho más de lo normal, pues después de dos meses, el animal lanzaba líquido de su abdomen, señal de que seguía vivo. Fue entonces cuando comenzó la comezón, el dolor y la imposibilidad de caminar de forma normal. Entonces la extrajo de su cuerpo.

Cuando regresó a Berlín, le contó al experto en tungiasis del hospital sobre sus observaciones. La falta de huevos y la larga vida de la pulga se pudo haber debido a que la pulga nunca fue fertilizada, por lo que estuvo en un estado de latencia esperando a que un macho la encontrara y fecundara sus huevos.

Este experimento dentro del pie de Thielecke da una posible respuesta a la interrogante sobre si las pulgas son fertilizadas antes o después de entrar al cuerpo. Conocer este dato de la vida de la pulga Tunga penetrans, especie endémica del caribe y del África subsahariana, no tiene implicaciones inmediatas para erradicar a la tungiasis pero podrá ayudar a los especialistas a reconocer el estado de la misma.

La tungiasis es un serio problema de salud pública en los países donde es endémica. Debido a que no hay medicamentos para tratar esta condición que puede llegar a deformar los pies, la única manera de tratarlo es quitándola manualmente. Por tanto, conocer sus estados de desarrollo es importante para entender los estadios de parasitosis.

 

Bibliografía:

Artículo original | Nota fuente en Science | Nota en el blog de Historias Cienciacionales.