La sinfonía de las proteínas

21012014

  Todo aquello que esté compuesto por moléculas, vibra. Y así como las cuerdas de los violines vibran de manera distinta a las cuerdas de las arpas cuando interpretan la Sinfonía No. 9 de Mahler, las proteínas de nuestros cuerpos vibran con diferentes patrones.

La comunidad científica sabe de este fenómeno desde hace tiempo, pero los científicos creían que este movimiento, semejante al del tintineo de una campana, se disipaba. Esta vibración les permite a las proteínas cambiar de forma rápidamente y facilita que se unan con otras. Así se pueden llevar a cabo funciones biológicas fundamentales, como la reparación celular o la replicación del ADN.

Para medir el movimiento de las proteínas en el pasado, los científicos necesitaron de condiciones extremadamente secas y ambientes sumamente fríos, cosa que resultaba muy caro. Ahora es posible observar este fenómeno gracias a una propiedad fundamental de estas moléculas: las proteínas vibran a la misma frecuencia que la luz que absorben.

¿Qué significa esto? Cuando una cantante de ópera rompe una copa de cristal con su voz, se debe a que la copa absorbió las ondas del sonido y ambos alcanzaron la misma frecuencia. Así que cuando los científicos quieren estudiar la vibración de las proteínas, las exponen a diferentes frecuencias para medir los tipos de luz que absorben y qué partes de la molécula vibran.

Gracias a estos estudios, se puede comprender cómo es que ciertas proteínas desempeñan funciones bajo características ambientales específicas. En un futuro, se podrán crear maneras de activarlas o inhibirlas al cambiar o bloquear determinadas vibraciones.

Bibliografía:

Artículo original en Nature | Nota fuente en Eurekalert | Nota en el blog de Historias Cienciacionales