James Watson vendió su medalla del Nobel y se la regresaron

watsonLos testigos de la subasta dicen que uno de los científicos más importantes en la historia de la biología vio el evento con la boca abierta. Sentado en la parte trasera del salón de actos junto a su esposa y uno de sus hijos, el doctor James Watson era testigo de la puja por la medalla del Nobel que se le fue otorgada cuando a penas tenía veinticuatro años. La oferta comenzó con la nada envidiable cantidad de 1.5 millones de dólares estadounidenses. Los incrementos del precio iban en tantos de cien mil billetes verdes, hasta que sólo dos candidatos continuaron en la competencia vía telefónica. Al final, el vencedor ofreció más de cuatro millones de dólares, casi el doble de lo que Christie’s –la casa subastadora- había estimado.

Aunque en su momento el comprador quedó anónimo, ha salido a la luz su nombre: Alisher Usmanov, el ruso más rico del mundo. Lo impactante de la noticia sobrepasa el hecho de que un magnate de negocios haya adquirido la reliquia o que esta es la primera persona que, aún con vida, vende su medalla del Nobel. Lo impresionante es que Usmanov le regresó la medalla a Watson.

El motivo para regresar la medalla a su dueño se debe al significado del objeto –la descripción de la estructura del ADN- y al valor de su aportación, particularmente en la investigación del cáncer, padecimiento que le quitó la vida al padre del magnate ruso.

“En mi opinión, una situación en la que un científico destacado tenga que vender la medalla que reconoce sus logros es inaceptable,” mencionó Usmanov. “James Watson es uno de los grandes biólogos en la historia de la humanidad y su premio por el descubrimiento de la estructura del ADN le debe pertenecer a él”.

El dinero obtenido de la venta de la medalla otorgada a Watson en 1962 junto con Francis Crick y Maurice Wilkins será repartida entre las instituciones que nutrieron al científico. Éstas serán: la Universidad de Chicago, a la que ingresó cuando tenía quince años para obtener su título universitario; la Universidad de Indiana, donde obtuvo su grado de doctor; la Universidad de Cambridge, donde desarrolló el trabajo que le valió el premio Nobel; y el Laboratorio Cold Spring Harbor, donde trabajó por muchos años.

Watson mencionó que de haber vendido la medalla en diez millones de dólares, hubiera construido un gimnasio en su laboratorio. Sin embargo, aquí consideramos que nada lo detiene a volver a vender la medalla o algún otro artefacto de su pertenencia. Ya antes vendió el discurso que dio al aceptar el premio Nobel, y el manuscrito de la clase que dio el día después de recibir la medalla.

Fuentes:

Nota del periódico The New York Times | Nota de Time | Nota del periódico The Independent (del que se tomó la cita)

Imagen que muestra a James Watson con un modelo del ADN en sus manos; perteneciente a LIFE y tomada de este sitio 

Nota Original en el blog de Historias Cienciacionales