Tú eres lo que comes, pero ¿vives del sabor?

dulces Una investigación realizada por la Universidad de Michigan, la Universidad Estatal de Wayne y el Instituto Miescher para la Investigación Biomédica, en Suiza, ha encontrado que el sabor de la comida puede afectar la longevidad. Esto, al menos, para las moscas de la fruta, organismo que se usó como modelo para el experimento.

Sin importar la cantidad de comida que consuman, los investigadores observaron que los sabores amargos tienen un efecto negativo en la duración de la vida de las moscas. Por el contrario, los sabores dulces tienen un efecto positivo. Sin embargo, lo que más impacta en su esperanza de vida es no poder saborear el agua -las moscas que no pudieron saborear el agua vivieron un 43% más que las otras moscas-. Esto sugiere que no poder saborear puede estar causando cambios fisiológicos para ayudar al cuerpo a adaptarse a la percepción de que no está recibiendo los nutrientes adecuados.

“Sabemos que  las papilas gustativas nos ayudan a evadir o frecuentar ciertos alimentos, pero en las moscas parece ser que el sabor puede tener un efecto muy profundo en el estado fisiológico y en el envejecimiento saludable”, comenta Scott Pletcher, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Michigan. “Resulta que las papilas gustativas hacen más de lo que pensamos”.

Ahora, los investigadores esperan que se realicen más investigaciones con el objetivo de que se apliquen en humanos, y así generar dietas o farmacéuticos que mejoren la salud durante el envejecimiento.

Bibliografía:

Nota  fuente en el portal de la Universidad de Michigan | Artículo original en Proceedings of the National Academy of Sciences | Nota original en el Blog de Historias Cienciacionales