La impresionante diversidad genética mexicana.

mex Si pensamos en los rasgos entre un japonés y un alemán, podremos darnos una idea de lo distintos que son sus genomas. De este tamaño es la diferencia a nivel genético entre los mexicanos.

El primer estudio de la variación genética de los mexicanos, realizado con una precisión súper fina, mostró que México contiene 65 grupos étnicos diferentes –y no 55 como se había reportado con anterioridad–.

Los autores de este trabajo, que representan a instituciones mexicanas, inglesas, francesas y estadounidenses, tomaron muestras del material genético de 511 personas pertenecientes a poblaciones de todo el país, desde el desierto de Sonora, en el norte, hasta las selvas de Chiapas, en el sur.

Los resultados demostraron que los grupos en México con las diferencias más grandes son comparables a la relación entre europeos y asiáticos del este. Además, mientras más grande sea la distancia geográfica entre dos mexicanos, más distintos serán sus genomas.

Los autores llaman a estas variantes “globalmente extrañas, pero localmente comunes”, lo cual significa que una característica particular en el genoma de una población, como los mayas del sur, está bien representada entre sus integrantes, pero no en la de otro grupo que desciende de europeos, por ejemplo.

Una parte del estudio tomó en cuenta que muchos de los mexicanos son mestizos, resultado de la mezcla entre indígenas, europeos y africanos. El análisis sugiere que estas personas tienden a poseer las distinciones genéticas de sus indígenas vecinos, al punto de poder rastrear ancestros nativos. Por ejemplo, si se buscan los distintivos genéticos de los mayas, se podrá ver que se ubican en personas que actualmente viven en la península de Yucatán y en la parte norte del golfo, un vestigio de la ruta de comercio de esta civilización ancestral.

En el estudio se menciona que la diversidad a nivel genético se explica por el aislamiento de las poblaciones gracias a montañas, desiertos y demás barreras geográficas que caracterizan el territorio mexicano.

Este trabajo ayudará a rastrear, desde un punto genético, la historia de las poblaciones indígenas y, como mencionan los autores, a desarrollar mejores diagnósticos de enfermedades genéticas.

Bibliografía:

Artículo original en Science | Nota de Science | Nota Original en el Blog de Historias Cienciacionales