Una planta multifacética y embaucadora.

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Ojalá nosotros nos pudiéramos mimetizar con el ambiente en el instante en que vemos que se acerca una persona indeseable. Hay animales que sí se mimetizan, como el camaleón, algunos peces o insectos, entre otros. Ya entrados en calor, en el terreno del mimetismo, las plantas levantan las ramas (porque no pueden levantar las manos) y dicen “¡Hey! ¡Nosotros también nos mimetizamos!”.

Pocos son los casos de mimetismo que se conocen en plantas. Por ejemplo, hay algunas especies del género Viscum que viven en Australia y que usan esta estrategia al copiar a otras especies. Pero para el bejuco sudamericano, esto es diferente.

Esta enredadera nativa de Chile y Argentina es la primera planta observada que transforma sus hojas para copiar una gran variedad de hospederos... al mismo tiempo.

El fenómeno recibe el nombre de polimorfismo mimético, porque toman muchas formas. Ha sido observado en mariposas, pero nunca antes en plantas.

Cuando la enredadera sube por las ramas de los árboles, sus hojas versátiles pueden cambiar de tamaño, forma, color, orientación, e incluso los patrones de sus venas para igualar el follaje circundante. Si la enredadera cruza a un segundo árbol, cambia, incluso si las hojas del nuevo hospedero son diez veces más grandes y con una forma contrastantemente diferente. No se tiene claro cómo es que la especie de esta enredadera discierne la identidad de árboles individuales para tomar su forma. De acuerdo con los investigadores que la describieron, es probable que las embaucadoras identifiquen aromas ocultos o químicos secretados por los árboles hospederos para activar genes que mandan señales entre la enredadera fraudulenta y el hospedero. También mencionan que el engaño sirve como defensa contra los herbívoros.

Bibliografía:

Nota fuente en Science |Artículo original en Cell Nota en el Blog de  Historias Cienciacionales