sudor

Tu ropa de ejercicio es la que te hace apestar.

olor¡Puaj! Esa peste repugnante que emana de tu habitación, te informa que es momento de lavar tu ropa deportiva. Lo peor de todo es que no puedes culpar a nadie más por tan asquerosa situación. En realidad, sí puedes. Las bacterias que se localizan en nuestra piel y ropa son las responsables de darle el olor a nuestro sudor. Sin embargo, hay otro factor que determina si la magnitud de la fragancia que despide tu cesto de ropa sucia es suficiente para matar a alguien de asfixia: los textiles.

El crecimiento bacteriano es diferente en algodón y en poliéster. Si se realiza ejercicio intenso usando cualquiera de estas dos telas y se les deja reposar por un día –para que las bacterias transformen las moléculas de nuestro sudor en potentes bombas olorosas- se obtendrá una tela sintética de poliéster mucho más apestosa que la de algodón.

Dicha asquerosa experiencia fue llevada a cabo por diferentes investigadores belgas y neerlandeses. Una vez que olieron los dos tipos de telas, observaron bajo el microscopio que el poliéster no absorbe la humedad, sino que la almacena entre las fibras sintéticas.

Como si no hubiera sido suficiente oler la ropa de veintiséis participantes, los investigadores ahora trabajan en determinar la razón por la que el poliéster es un refugio para las bacterias. Y mientras tanto, ellos recomiendan que para no ofender con su olor letal, los deportistas cambien sus ropas sintéticas por unas de algodón.

Fuentes:

Artículo de libre accesoNota de Science | Nota original en el Blog de Historias Cienciacionales| Imagen tomada de este sitio

A sudar para poner tu celular a cargar

sudar La abuela del primo de un amigo dice que hacerse un tatuaje es como ponerle una calcomanía a un Ferrari. Pero ¿qué cara pondría la abuela si supiera que puede cargar la batería de pequeños dispositivos electrónicos con uno de ellos?

Gracias a un tatuaje temporal es posible generar energía eléctrica a partir de la transpiración de nuestro cuerpo. Esto es así porque cuando realizamos actividad física, nuestro cuerpo activa un proceso que se llama glicolisis. Así, rompe la glucosa que hay en nuestra sangre y produce energía. Como resultado, se genera una sustancia llamada lactato, misma que se mantiene en la sangre y en el sudor. El tatuaje utiliza este lactato y lo transforma en energía eléctrica.

Este tatuaje temporal es resultado del desarrollo de dispositivos para medir el lactato del cuerpo, una práctica muy común, pero intrusiva y tediosa porque se necesita colectar sangre en diferentes momentos durante el ejercicio. Entonces, los atletas profesionales que monitorean sus niveles de lactato para evaluar sus programas de entrenamiento, y los médicos que lo hacen en pacientes que presentan padecimientos de corazón y pulmones, deben tomar muestras de sangre cada determinado tiempo.

En cambio, este tatuaje contiene un sensor flexible con una molécula que le quita los electrones al lactato y así, además de generar la electricidad, permite conocer los niveles de lactato.

Hasta ahora, la electricidad generada es muy débil como para poder alimentar un reloj de pulsera, pero los autores del trabajo perfeccionarán el diseño para que pueda ser utilizado en aparatos electrónicos. ----------------------

Bibliografía:

Nota fuente en ScienceArtículo original en Agewandte Chemie|Nota original en el Blog de Historias Cienciacionales