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Epistemología: filosofía de/en/desde/con/para la ciencia

En su célebre conferencia de 1957 (convertida después en el último capítulo del libro La ciencia, su método y su filosofía) titulada "Filosofar científicamente y encarar la ciencia filosóficamente", el epistemólogo Mario Bunge le cuenta a sus alumnos (tanto de aquel tiempo como los que ahora lo leemos) la necesidad urgente de generar epistemólogos de primer nivel en Latinoamérica, con el fin de incrementar la difusión y el estudio de los fundamentos de la ciencia, y con ello ofrecer a la sociedad una serie de expertos que estén capacitados para analizar, debatir y proponer soluciones a los problemas filosóficos que se derivan de la actividad científica. Bunge nos habla de revitalizar la carrera de filosofía, la cual parece que prepara más especialistas en filosofía antigua y medieval, que filósofos propiamente dichos. También denuncia la falta de cultura científica de los especialistas en filosofía y la ignorancia filosófica de los científicos profesionales. Si esta situación sigue así, comentaba Bunge en el 57 aunque el problema aún continúa hasta hoy, estamos condenados a seguir viendo esa separación abismal entre ciencia y filosofía, con especialistas de ambas áreas despreciándose unos a otros.

Una de las áreas que une la rigurosidad y el respeto por los hechos que muestra toda ciencia, y el análisis lógico de conceptos y la formalización de la filosofía exacta, es la epistemología. Pero, ¿qué es la epistemología? El concepto puede causar cierta confusión ya que más de un libro lo utiliza como sinónimo de gnoseología o teoría del conocimiento. Pero esta confusión es innecesaria y puede evitarse si se define de forma clara el área de la epistemología.

Puede decirse entonces, por un lado, que la gnoseología es la rama de la filosofía que se ocupa del estudio de los principios del conocimiento. El conjunto de cuestiones, debates y respuestas sobre ¿qué es el conocimiento?, ¿qué podemos llegar a conocer?, ¿cómo conocemos? entre otras cuestiones, forman parte de la gnoseología. Esta área se ha visto enriquecida sobre todo gracias a las ciencias cognitivas que nos ofrecen respuestas a muchas de estas preguntas, generando nuevas cuestiones. Desde luego, el que la ciencia cognitiva nos ayude a resolver problemas gnoseológicos no significa que la gnoseología se quede sin campo de estudio; las ciencias cognitivas también presentan un fondo gnoseológico en el cual apoyan sus nuevas hipótesis. No podemos saber si algún día la gnoseología acabará siendo una ciencia cognitiva más, adquiriendo independencia de la filosofía; lo que sí sabemos, es que la gnoseología representa la cuna de una serie de problemas fascinantes sobre nuestra relación (como sujetos) con el universo (como objeto de estudio).

Pero la epistemología no se ocupa de problematizar sobre los problemas del conocimiento, así, de forma general. Tal vez podríamos ver a la epistemología como "gnoseología especializada", pues se enfoca en problematizar sobre un tipo de conocimiento muy especial: el conocimiento científico. La epistemología es el mejor ejemplo de un enlace de filosofía y ciencia.

La epistemología busca debatir y proponer respuestas a preguntas como ¿qué es el conocimiento científico?, ¿cuáles son los principios filosóficos presupuestos en la investigación científica?, ¿qué es el método científico?, ¿existe "el" método científico como un proceso lineal e inmutable?, ¿cuáles son las diferencias entre ciencia, semiciencia, protociencia y pseudociencia?, ¿son lo mismo ciencia y tecnología?, ¿la ciencia presupone la realidad autónoma y la legalidad del mundo?, ¿cómo se relacionan las teorías científicas con la realidad y la experiencia?, ¿la ciencia puede ir más allá de los fenómenos y la relación entre éstos?, ¿es posible describir las cosas reales con minuciosidad y una precisión perfecta?, ¿qué son las leyes y las explicaciones científicas?, ¿qué función desempeñan las matemáticas en las ciencias factuales?, ¿la filosofía puede desempeñar una función constructiva en la investigación científica?, ¿la ciencia está moralmente comprometida?, ¿existen límites al avance de la ciencia? Cuestionarse sobre los principios, fines y la naturaleza de la ciencia es el primer paso para hacer epistemología.

Mario Bunge enfatiza en esto al decirnos que la epistemología es pues, la filosofía de, en, desde, con y para la ciencia. Filosofía de la ciencia hace referencia al examen filosófico de la ciencia (sus problemas, sus métodos, su estructura, etc.). Filosofía en la ciencia (o más exactamente filosofía de la ciencia en la ciencia) comprende el estudio de las implicaciones filosóficas de la ciencia, el examen de las categorías e hipótesis que intervienen en la investigación científica, o que emergen en la síntesis de sus resultados. Es pues, el estudio de las hipótesis filosóficas que en ciencia se presuponen y se utilizan como punto de partida. La filosofía desde la ciencia sugiere que se trata de una filosofía que hace hincapié en la ciencia, que ha sustituido la especulación sin freno por la investigación guiada en el método científico, teniendo un respeto profundo por los hechos empíricos y por la consistencia lógica. Filosofía con la ciencia trata de una filosofía que acompaña a la ciencia, es decir, una filosofía que está al margen de los logros de la ciencia, que no se pone a especular sinsentidos sobre el ser y el tiempo. Por último, la filosofía para la ciencia sugiere una filosofía que no solo se nutre de la ciencia, sino que aspira a serle útil, que busca servir para establecer, por ejemplo, las diferencias que existen entre la definición y el dato, o entre la verdad factual y la proposición que es verdadera o falsa, independientemente de los hechos. Esta es una filosofía que no sólo escarba en los fundamentos filosóficos que las ciencias admiten, sino que además busca aclarar la estructura y función de los sistemas científicos, señalando relaciones y posibilidades inexploradas.

Pero hablar de filosofía de, en, desde, con y para la ciencia tal vez sea demasiado largo y poco estético. ¿Por qué no mejor utilizar un sólo concepto: epistemología?, o ¿por qué no llamarlo sólo filosofía de la ciencia? Una disciplina que resulta ser, por su objeto de estudio, una metaciencia. Pues bien, un epistemólogo como tal no puede ser un filósofo que pregona una filosofía contra, sobre y/o bajo la ciencia. Una filosofía contra la ciencia (tal como han existido y siguen existiendo) resultará ser una filosofía irracionalista, que desprecia el respeto por los hechos y la consistencia. Una filosofía contra la ciencia resulta ser anticientífica. Este tipo de posturas son las que alimentan doctrinas como las del fundamentalismo religioso, la tecnofobia y el activismo contra la investigación y aplicación científica. Quien filosofa contra la ciencia, o aun al margen de ella, ignorándola por completo (tal como nos dice Bunge) imita a los escolásticos que rehusaban mirar por el anteojo astronómico de Galileo.

Si hablamos de una filosofía sobre la ciencia estamos haciendo referencia a una disciplina superior rectora de las disciplinas científicas. Aunque éste ha sido el anhelo de muchos que en el pasado se han llamado a sí mismos "epistemólogos", lo cierto es que estos intentos no han sido otra cosa más que la burla de los científicos, pues siempre han mostrado grados intolerables de arrogancia combinados con ignorancia científica. Si quieres hacer que la comunidad científica se burle de la filosofía y la desprecie, tan sólo di que la filosofía es superior a la ciencia y que la primera le dice cómo actuar a la segunda.

Por otro lado, la expresión filosofía bajo la ciencia sugiera una posición inversa, como si la filosofía dependiera de forma absoluta de la ciencia. Este error, aunque poco común entre los filósofos que miran sus propuestas casi siempre como superiores a los anteriores, suele ser expresado como una virtud epistemológica. Sin embargo, la filosofía de la ciencia no sólo comporta el examen de los supuestos filosóficos de la investigación científica, sino que tiene derecho a una elaboración creadora de un nivel diferente del científico aunque reposa sobre éste último: el nivel metacientífico.

La comprensión precisa de la epistemología como la principal disciplina filosófica que, estando al margen de la ciencia, la cuestiona, la crítica y la analiza como la manifestación humana que es, probablemente sea el primer paso para comprender la relación tan estrecha entre filosofía y ciencia. Algo importante a comprender es que no todo el que tiene título en filosofía es un epistemólogo, del mismo modo que el no tener título en filosofía no significa que no se sea (o no se pueda ser) epistemólogo. Existen filósofos con perspectiva científica y científicos con inquietudes filosóficas que enriquecen por igual esta disciplina fascinante. Un segundo paso para este mismo propósito sería hablar de los logros e importancia de la epistemología para con la investigación, la aplicación y la divulgación de la ciencia, pero eso ya será tema para otra entrada.

*Publicación original en La pipa de Russell.

 


 

Acerca del Autor:

Daniel Galarza Santiago es estudiante de filosofía en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara. Autor de los blogs El escéptico de Jalisco y La pipa de Russell, también ha colaborado en otros espacios en línea tales como Blog Escéptico, Despertando Mentes, Magufobusters, Escépticos Unidos Mexicanos y Fundación Richard Dawkins para la Razón y la Ciencia.