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Alcohol adulterado, ¿peligro disfrazado de diversión?

Alcohol adulterado, ¿peligro disfrazado de diversión?

Es viernes por la noche, cansado de una larga y ardua semana de trabajo, quedas con tus amigos para divertirte un poco y salir de la monotonía que el día a día ofrece. Quizá al principio no lo notas, quizá pienses que se te han pasado las copas, pero y si te dijese que probablemente tu vida está en grave peligro… ¿me creerías?

¿Qué pasó ayer? Los estragos negativos de beber alcohol en la adolescencia

alcoholNadie tiene alguna anécdota inolvidable de la adolescencia que haya comenzado comiendo una ensalada. Pero ¡cuántas historias de alcohol y borracheras! Los “no me acuerdo de nada” van más allá de la cruda moral que da el día siguiente al atracón de las bebidas alcohólicas. De hecho, beber en la adolescencia puede llevar a presentar cambios en la estructura del cerebro y un déficit de memoria que persiste en la edad adulta.

Algunos científicos tenían la idea de que estos cambios estaban relacionados con la pérdida de mielina, una capa que recubre los axones de las neuronas y que facilita la transmisión eficiente de impulsos nerviosos. Sin embargo, no se tenía claro si el consumo constante y abundante de alcohol era la causa.

Ahora, un grupo de investigadores de diferentes instituciones estadounidenses estudió el área prefrontal de la corteza cerebral de ratas, zona relacionada con el razonamiento y la toma de decisiones. Mientras que a un grupo de estos animales se les dio alcohol, otros consumieron agua azucarada.

Los resultados mostraron que aquellas ratas que consumieron alcohol cuando fueron jóvenes, presentaron reducción en los niveles de la mielina de sus cerebros al momento de alcanzar la adultez. Además, aquellas ratas que bebieron grandes cantidades de alcohol, obtuvieron los peores resultados en tareas de memoria.

Los autores del estudio mencionan que este trabajo muestra los efectos negativos en el cerebro por la ingesta del alcohol en la adolescencia, particularmente durante el desarrollo de éste, así como de las consecuencias a largo plazo.

Fuentes:

Artículo original | Nota de Science daily |  Nota original en el Blog de Historias Cienciacionales | [Imagen tomada de este sitio ]

Los borrachos son atractivos… para sí mismos

borrachos Del uno al Narciso, ¿qué tan atractiv@ se considera? ¡Salud! Brindemos por cualquiera que haya sido su respuesta. ¡Brindemos varias veces! Ahora que ya estamos entrados en copitas, probablemente sienta cómo el acto de beber favorece la pérdida de la inhibición y, en algunas otras ocasiones, hasta la dignidad (esperemos no llegar a ese punto).

Déjeme hacerle otra pregunta: ¿usted se siente más atractivo ahora que ya hemos bebido una buena cantidad de alcohol? Espere. Si su respuesta es: “No, porque yo siempre me considero una persona atractiva”, podría dar paso a que pensemos que usted está bajo la influencia del alcohol todo el tiempo.

Mientras le sirvo otra copa, deje le cuento que cinco investigadores se fueron a meter a un bar francés y estudiaron a 19 personas para conocer cómo el alcohol influye en la autopercepción de la atracción. Les pidieron que calificaran qué tan atractivos, brillantes, originales y divertidos pensaban que eran después de haber ingerido alcohol. Con esto, los investigadores pudieron concluir que mientras más bebidas embriagantes se consumen, más atractiva se considera la persona. ¡Salud por eso!

¿Ya se la terminó? Le sirvo otra. Posteriormente, en un laboratorio, utilizaron una muestra de 94 participantes hombres a los que les dieron bebidas alcohólicas o bebidas sin alcohol. A la mitad de las personas de cada grupo se les dijo que habían bebido alcohol y a la otra mitad se les dijo que no. Después, se les pidió que hablaran y calificaran los mismos atributos que a los 19 del primer experimento. Sus discursos fueron grabados y calificados por 22 jueces independientes. ¡Venga otra copa! Los resultados de este segundo experimento mostraron que los participantes que pensaron que habían consumido alcohol hicieron autoevaluaciones más positivas que aquellos que pensaron que no. Sin embargo, los jueces externos aseguraron que este aumento en la autoevaluación no estaba relacionada con su verdadero desempeño.

A ver, páseme su vaso, que ya se le está vaciando. Este trabajo muestra las consecuencias sociales del alcohol con la autopercepción y con nuestras relaciones. El alcohol nos hace ver al otro más atractivo y también hace que nosotros mismos nos consideremos más guapos. Esto es importante porque nuestra autoestima es clave para que tengamos interacciones íntimas sin inhibición.

Eso sí, le tengo dos noticias. Ahí va la mala: el que el consumidor de alcohol sea atractivo ante sus propios ojos no significa que lo sea para los demás. La buena es que este trabajo ganó el Ig Nobel, premio que celebran aquellas investigaciones que primero te hacen reír y después te hacen pensar, del año pasado en el área de Psicología. En esta otra Historia Cienciacional puede leer un poco más sobre los Ig Nobel.

¿Tiene más sed? Acérqueme esa botella. _________________

Bibliografía:

Artículo original en Wiley | Página oficial del Ig Nobel | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

Haciendo frente a la tentación en el bar

Einstein a punto de beber "sake", bebida alcohólica japonesa. (Fuente: Ver bibliografía). Qué mejor manera de olvidarse del estrés y la presión que tomando alcohol. Pero cuando se trata de comparar cómo respondemos ante la tensión provocada por situaciones agobiantes, las mujeres son mejores que los hombres.

En un trabajo titulado “Haciendo frente a la tentación en el bar”, un grupo de científicos describieron los efectos generados cuando el autocontrol falla, y explican cómo la autoconsciencia podría contrarrestar los efectos de esta baja en el funcionamiento.

Para esto, utilizaron estudiantes de licenciatura de una universidad en los Países Bajos y realizaron dos experimentos. En el primero, le pidieron a la mitad de los estudiantes que tacharan la letra “e” en una serie de textos que estaban sujetos a normas cada vez más complejas y que requerían una enorme cantidad de autocontrol. La otra mitad realizó una versión más simple de esta actividad, ya que sólo tuvieron que tachar la letra “e” siempre que la vieran.

Una vez realizado el experimento, es decir, después de haber estado haciendo una actividad estresante, los hombres tomaron cuatro veces más alcohol que las mujeres. Más aún, las mujeres del primer experimento, las que fueron presionadas, bebieron menos alcohol que las mujeres que participaron en el experimento simple.

Los autores de este trabajo sostienen que la falla en el autocontrol es lo que llevó a que los hombres presentaran un aumento en la ingesta de bebidas embriagantes. Sin embargo, para las mujeres, sucede todo lo contrario. Ellos mencionan que, de forma natural, están menos tentadas a tomar alcohol que los hombres, haciendo que su actitud hacia esta bebida sea un elemento incorporado de disuasión.

No todo está perdido para los hombres estresados. Los científicos observaron que si los voluntarios iban contando el número de bebidas que tomaban, es decir, que eran conscientes del fallo del autocontrol al estar atentos a la cantidad de alcohol que ingerían, su consumo disminuía a más de la mitad.

Esta puede ser una estrategia prometedora ante la tentación de tomar hasta terminar con una resaca marca diablo al día siguiente.

 

Bibliografía: Artículo original | Nota en Science | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

Consumo de alcohol y matrimonio: Ellos beben menos, ellas beben más

La sabiduría popular reconoce que el matrimonio cambia a las personas. Sin embargo, no deja de ser interesante cuando la ciencia nos ayuda a entender cómo, exactamente, es que suceden estos cambios a nivel psicológico y conductual.

Hace unas semanas, investigadores de varias universidades en Estados Unidos, presentaron los resultados de un estudio en el que analizaron (entre otras cosas), los hábitos de consumo de alcohol en hombres y en mujeres con diferente estado civil.

¿Cómo cambia el consumo de alcohol en las parejas casadass?

Algunos de sus resultados, fueron:

- Los hombres que se auto-consideran “felizmente casados”, beben significativamente menos que sus amigos solteros o divorciados. - Las mujeres casadas beben significativamente más que aquellas que son solteras, viudas o divorciadas.

Una posible explicación es que, en el matrimonio, las mujeres se encargan de cuidar (o ¿restringir?) el consumo de alcohol de su marido, mientras que los hombres, al casarse, se convierten en una mala influencia para la mujer. De hecho, una cantidad considerable de mujeres respondió en las entrevistas que nunca antes habían bebido, sino a partir de que se casaron.

Este estudio longitudinal, liderado por Corinne Reczek, de la Universidad de Cincinnati, inició en 1957, con entrevistas a más de 5,000 graduados de preparatoria en Winsconsin. En un periodo de 47 años, los investigadores contactaron 4 veces a los participantes y les hicieron más o menos las mismas preguntas, para averiguar cómo habían evolucionado sus hábitos de consumo del alcohol.

Los resultados fueron presentados en la reunión anual de la American Psychological Association.  Expertos que estuvieron presentes en el congreso comentaron que este estudio representa un muy buen ejemplo de cómo las personas tienden a ajustar su conducta de acuerdo al entorno y a las compañías de las que se rodean.

Por último, a pesar de que después del matrimonio los hombres bajan y las mujeres aumentan su consumo de alcohol, en promedio, los hombres siguen bebiendo significativamente más que las mujeres, sin importar el estado civil.

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Fuente: Con información de ABC News.

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Acerca del Autor: Miguel E. Rentería es egresado de la UNAM y actualmente estudia un doctorado en genética y neurociencias en la Universidad de Queensland, Australia.